LA CABALLERIA

LA CABALLERÍA

Es la marcha de nuestro antiguo pueblo renovada
Detrás de cruces púrpuras y negras.

Es la cabellera de Alejandro renacida
Y encerrada en el pesado acero de los yelmos.

Es el fuego del griego hecho ceniza
Esperando los nuevos hombres de su estirpe.

Es la larga sombra del Hoplita
Es Roma que todavía está despierta.

Es España gestando la conquista
Con sus hombres de piedra y de coraje.

Es una línea de sangre sucesiva
Persiguiendo la memoria de otros soles

Es la cruz donde se cruzan los caminos
Es el cáliz invisible, al que llaman grial.

Es el rumor hiperbóreo de las aguas
Atravesando los hielos derretidos.

Son hombres despojados de sí mismos
Atados a una conciencia superior.

Son las sombras del viento hecho estandarte
Son los símbolos de la otra humanidad.

Son un centro espiritual en movimiento
Buscando la lejana salida del sol.

Es el fiero galope de los siglos
En el círculo de fuego de una Orden.

Es el firmamento púrpura de cruces
En un cielo plateado por espadas.

Es la carne lacerada del guerrero
Y su religión de espíritu y acero.

Es la fortaleza de la última frontera
Una disciplina de honor y lealtad.

Son héroes con héroes como líderes.
Arrojados a difíciles jornadas.

Son guerreros surgidos
De los profundos bosques visigodos.

Son la Orden renacida una y mil veces
Sobre los mares grises, sobre los hielos blancos.

Sobre la sangre derramada por milenios
En los interminables caminos de la vieja Europa.

Van a Granada con halcones por delante
Y manadas de lobos a sus pies.

Son centuriones, duques, senescales
Conquistadores, cruzados, caballeros.

Barones, señores de sí mismos
Rostros que delatan una antigua nobleza.

Hermandades sin nombre que se pierden
En la oscura noche de los tiempos.

Es nuestro pueblo que busca
Mirarse en el espejo de su alma

Es la caballería. Es España
Y lo que queda de Dios.

JUAN PABLO VITALI